jueves, 28 de octubre de 2010

Basura

Un hombre y una mujer se encuentran por enésima vez en el palier del edificio, cada uno con so bolsa de residuos.

- Buen día.

- Buen día.

- Usted es del 610.

- Y usted del 612.

- Ajá.

- Disculpe mi indiscreción, pero he visto sus bolsas de residuos...

- ¿Mis qué?

- Sus residuos.

- Ah.

- Noté que nunca es mucho. Su familia debe ser chica...

- La verdad, soy solo yo.

- Hmmmm. Vi también que usa mucha comida en lata.

- Es tengo que hacerme la comida. Y como no sé cocinar...

- Entiendo.

- Usted también.

- Tratáme de tu.

-Tu también, perdona mi indiscreción, pero vi algunos restos de comida en tus bolsas. Champiñones, cosas por el estilo....

- Es que me gusta cocinar. Hacer diferentes platos. Pero como vivo sola, a veces sobra...

- ¿Usted... tu no tienes familia?

- Tengo, pero no aquí.

- En Madrid.

- ¿Como sabes?

- Vi unos sobres en la basura. De Madrid.

- Sí. Mamá escribe todas las semanas.

- ¿Ella es maestra?

- ¡Qué increíble! ¿Como fue que adivinaste?

- Por la letra en el sobre. Me parecio letra de maestra.

- Usted no recibe muchas cartas. A juzgar por sus residuos...

- Y... no.

- El otro día tenía un telegrama de una bogado.

- Sí.

- ¿Malas noticias?

- Mi padre murió.

- Lo siento mucho.

- Ya estaba viejito. Allá en el sur. Hace tiempo que no nos veíamos.

- ¿Fue por eso que volviste a fumar?

- ¿Como sabes?

- De un día para otro empezaron a aparecer en tu basura cajetillas de cigarrillos.

- Es cierto. Pero conseguí dejarlo otra vez.

- Yo nunca fumé.

- Ya sé. Pero he visto frasquitos de pastillas en tu basura.

- Tranquilizantes. Fue una etapa. Ya pasó.

- ¿Te peleaste con tu novio, no es cierto?

- ¿Eso también lo descubriste en la basura?

- Primero el ramo de flores con la tarjeta, arrojado de afuera. Después, muchos pañuelos de papel.

- Sí, lloré basatnte, pero ya pasó.

- Pero hoy todavía veo algunos pañuelitos...

- Es que estoy un poco resfriada.

- Ah.

- Muchas veces veo revistas de crucigramas en tus bolsas.

-Sí... es que... me quedo mucho en casa. No salgo mucho sabes.

- ¿Novia?

- No.

- Pero hace algunos días había una foto de una mujer en tus bolsas. Y muy bonita.

- Estuve limpiando unos cajones. Cosas viejas.

- Pero no rompiste la foto. Eso significa que, en el fondo, quieres que vuelva.

- ¡Tu sí que estás analizando mis residuos!

- No puedo negar que me parecen interesantes.

- Que gracioso. Cuando examiné tu bolsa, pense que me gustaría conocerte. Creo que fue por la poesía.

- ¡No! ¿Viste mis poemas?

- Los vi, me gustaron mucho.

- ¡Pero son malísimos!

- Si relamente creyeras que son malos, los habrías roto. Solo estaban doblados.

- Si hubiera sabido que los ibas a leer...

- No me los quede por que a fin de cuentas, estaría robando. A ver, no sé; ¿lo que alguien tira a la basura, sigue siendo de su propiedad?

- Creo que no, la basura es de domino público.

- Tienes razón. A través de la basura, lo particular se hace público. Lo que sobra de nuestras vidas privada se integra con la sobra de otros. Es comunitario. La basura es nuestra parte más social. ¿Será?

- Bueno, ya estás profundizando demasiado en el tema de la basura. Creo que...

- Ayer en tus residuos...

- ¿Qué?

- ¿Me equivoco o eran cascaras de camarones?

- Acertaste. Compré algunos camarones grandes y los pelé.

- Me encantan los camarones...

- Los pelé, pero aun no los comí. Quizá podriamos...

- ¿Cenar juntos?

- Claro.

- No quiero darte trabajo.

- No es ningun trabajo.

- Se te va a ensuciar la cocina.

- No es nada. En seguida se lmpia todo y se tira la basura.

- ¿En tu bolsa o en la mía?

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